Es evidente que tanto los avances en las ciencias biomédicas (genética, farmacología, telemedicina, etc.), como las nuevas tecnologías y los conocimientos de los profesionales sanitarios son decisivos en la asistencia sanitaria a los pacientes. En este sentido la formación integral de los farmacéuticos comunitarios es fundamental para encarar este futuro y cubrir las necesidades farmacoterapéuticas y sanitarias de la población no hospitalizada. Por esta razón es necesario diseñar e impartir una formación teórico-práctica científica y profesional sobre la práctica farmacéutica al amparo de la universidad.