En la actualidad, la endoscopía digestiva se ha convertido en un procedimiento que facilita el diagnóstico y permite realizar técnicas terapéuticas mínimamente invasivas que antes requerían intervenciones más agresivas, como la cirugía. Los conocimientos específicos y el desarrollo de las funciones de los profesionales pretenden poder establecer una estrecha colaboración con el fin de minimizar las complicaciones a nivel de la reducción de la posible ansiedad del paciente y, en definitiva, mejorar los resultados de la endoscopia digestiva.